viernes, 31 de agosto de 2012

Día 7. La romántica Udaipur (4 de Agosto 2012)

Día completo en Udaipur, probablemente el mejor lugar para ir de compras. Tras desayunar tortillas, pancakes, plátanos e incluso café o té -viviendo al limite- salimos a la ciudad.

La primera parada fue en la sastrería a medida, justo al lado del hotel donde nos alojábamos.  Así pasamos la primera hora, eligiendo telas, cuellos mao o tradicionales y siendo medidos y manoseadas (esto último especialmente las mujeres). Tras pedir un encargo de 15 camisas (a 12 la camisa) y 2 pantalones "estilo Jodhpur" para esa misma noche, nos dividimos en pequeños grupos según los intereses.




Los primeros fuimos a buscar miniaturas de camellos, elefantes y demás. Después visitamos un templo que había en la calle principal, y tras aguantar 5 minutos, el repiqueteo de la campana pusimos rumbo al palacio. La verdad que tras haber visitado los palacios y fuertes de Bikaner, Jaisalmer, Jodhpur, este tampoco tenía especial interés. Resaltar lo único que es mejor no entrar en el museo del Palacio si no tienes tiempo suficiente, pues es una ruta en la que no puedes ir hacia atrás y en la que te ves obligado a cruzar estrechos pasillos junto a miles de turistas indios durante media hora antes de escapar.

Templo de Jagdish

Tras la visita, y después de reunirnos con el resto del grupo que venían de la óptica (gafas  "Tommy Fashion" montura y lentes, 49€) fuimos a las barcas, para ello desde el mismo palacio pasábamos al complejo de otro hotel donde estaba el embarcadero (los tickets los sacamos en el Palacio mismo). El viaje en barca esta divertido, y básicamente consiste en que te den una vuelta por el lago y te dejen en el mejor hotel de la India, para luego venira recogerte.

Palacio de la Isla Jagmandir

Comimos en nuestro hotel, que no sería el más lujoso de la India pero tenía una terraza muy chula, y después toco tiempo libre hasta las 20:30, yo utilice ese tiempo en algo interesante como dormir una buena siesta y leer. No se esta todos los días en Udaipur, pero llevábamos ya una semana de viaje y el cansancio se dejaba notar.

Tras mi merecido descanso me reuní con el resto en la sastrería, donde nos dieron nuestro pedido. Hubo alguna pequeña queja, pero para haber hecho 15 camisas, cada una distinta, y en un día, el resultado fue muy bueno.

Para acabar el día, fuimos dando un paseo, hasta la otra orilla del lago donde cenamos en la terraza del un restaurante Ambrai. Aunque hubo un apagón y comimos casi a oscuras, las vistas al lago estaban muy bien y la comida también.

Javi.

 

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